Hace dos años que vivo en París. Durante este tiempo he vivido en cuatro apartamentos diferentes. Hace un año que comencé este blog. Al menos espero vivir un año más aquí. Vivir en París se ha convertido en mi raison d’être.
Tengo un número de seguridad social provisional que me permite trabajar pero todavía no tengo derecho a recibir asistencia médica. Esto es lo que pasa cuando uno nace en E.E.U.U, menuda ocurrencia la mía.
Me defiendo bastante bien con el francés. Mi esfuerzo me ha costado, cuando llegué me costaba mucho hacerme entender. Escribo francés todavía de manera regular. Soy disléxico, o eso al menos me cuento a mi mismo para enmascarar y no asumir mi congénita pereza ortográfica.
París es una ciudad cinéfila, aquí la gente va más al cine que a misa. Yo soy un feligrés mas en la oscuridad del Mk2 Gambetta o del Majestic Bastille.
Soy habitual de varios cafés del 20ème arrondissement. Últimamente frecuento Aux Ours en el 236 de la Rue des Pyrénées.
He trabajado en una librería regentada por un doble de Peter Sellers. He colaborado para dos editoriales francesas leyendo manuscritos en lengua castellana. He enviado mi C.V. mil y una veces. Me han respondido en muy contadas ocasiones. He trabajado como profesor de español en un Collège infernal. He organizado talleres literarios en un Liceo alternativo para jóvenes «décrocheurs». He leído cuentos a niños de 3 a 5 años en Écoles maternelles del 15ème y del 16ème arrondissement. He organizado un taller de escritura de blogs literarios en el Instituto Cervantes de París, (logro mayúsculo). Desde el pasado mes de marzo organizo un taller de español e inglés en un Liceo alternativo para jóvenes que han tenido problemas de adaptación en la educación tradicional.
Tenía una novia parisina, francilienne para ser mas exactos, pero me salió rana y ahora salgo con una chica alsaciana que, entre otras cosas, me hace reír un montón. Mi abuela materna que era de Pamplona hubiera dicho de ella: «Esta chica es hinchante».
Sigo sin consumir. Sigo asistiendo a las reuniones. Sigo esperando un milagro que ignoro para qué servirá, si es que sirve para algo. Sigo mirando a las mujeres de manera obsesiva. Como si una de ellas pudiera salvarme la vida. Ese debe ser el milagro, que una mujer me salve la vida.
Simplemente genial.
Muchas gracias Laura !
Soy amiga de Juan Peces, por un post suyo en facebook llegue a tu blog. Gracias por tus escritos, me transportan a París
Gracias por tu comentario Lola
Muy bonito!!
Gracias !
Muy bueno como siempre!
Saludos
Gracias !
Es un gusto leer tus cronicas parisienses
Muchas Gracias !
Me encanta, simplemente genial.
Muchas Gracias Tere !
Una mujer, un hombre… todos esperamos que alguien nos salve la vida. Quizá el milagro es que algunos esperemos que eso pase algún día.
Será emocionante pasarme por el Aux Ours para imaginar que eres tú quien me salva.
Un placer leerte, como siempre.
Gracias Ana, pues avisa cuando te pases por Aux Ours
Muy entretenida tu vida en Paris, y como dicen aquí, très joliment raconté. Yo trabajo en Gambetta, y la verdad que es un barrio muy bueno. Te deseo otro año mejor todavía
Muchas gracias Susana, lo mismo para ti
Hola! ¿Cómo estás? Te hago una consulta, ya que me transmitis bastante experiencia. Soy escritora, amo París, y tengo pensado viajar allí de septiembre a noviembre del 2015. Estoy interesada en tomar algún Taller, Seminario o Curso relacionado con mi profesión. Algo que me brinde nuevos puntos de vista, me refresque y me ponga en contacto con personas como yo.
¿Hay algún lugar así en París? ¿Reuniones o Asambleas literarias?
Desde ya muchas gracias por tu tiempo.
Saludos desde Buenos Aires, Argentina!
Hola, Clara. Creo que en el Instituto Cervantes de París hay algunas reuniones literarias, quizá puedas comprobarlo en su página web. Si me entero de algo te lo haré saber. Saludos muy cordiales desde París.
Que maravilloso eres, y que maravilloso escribes. Te mereces ese milagro, quizás venga de la mano de una mujer, porque no. A mi me llegó de mano de un hombre, de la tuya, de un hombre con luz y energía. Gracias mi milagro, que afortunado París que te tiene, aquí te echamos de menos. Besos mi hombre de luz.
Muchas gracias mi querida Marisa ! Tus palabras me emocionan… Eres una mujer valiente y generosa. Un ejemplo para muchos, sigue irradiando tu luz personal. Un enorme abrazo !